Soy una desubicada. Y me toca pagar cada tanto un alto precio por eso, o mejor dicho, hay entornos que han aprovechado esa característica para descargar su frustración o incluso pretender usarla para que dude de mi. Y en ambos casos puedo decir que funciono hasta que decidí aceptar que esas experiencias me ayudaban a conocerme un poco más, y que lo que para mi era un defecto me permitió apreciar la falta de empatía y la violencia normalizada de voces que señalaban sin aportar retroalimentación constructiva.
También me paso con bastante frecuencia lamentablemente, que esa críticas llegaban sin que existiera un rostro que asumiera la responsabilidad de sus palabras, fuera a través de la indiferencia o el silencio y, en estos tiempos modernos, a través de los mensajes que son sumamente cómodos para aquellos que no pueden sostener lo que asignan.
Después de dar vueltas, la terapia, meditar, y conversar con personas que me aprecian, decidí que darle lugar a esas memorias también tenía que aportar algo bueno, al fin, creo que el mundo es una proyección y lo que no tiene rostro y solo es una voz (o un texto) no tiene sustancia y por tanto es impotente.
Pero respetando mi estilo, quería abrir este tema sabiendo que la represión es uno de los síntomas de estas desgraciadas interacciones, y con ella, la perdida de autenticidad y la generación de males físicos y sociales, la autocrítica destructiva y la duda que afecta fuertemente la autoestima.
Ser desubicadamente auténtico es como tener un superpoder que a veces se descontrola y te deja en situaciones incómodas. Te presento el maravilloso mundo de ser desubicada y las oportunidades que surgen de ello:
Consecuencias:
Posibles oportunidades de ser desubicadamente auténtico:
Claro que llegar a este punto de percibir con optimismo esta característica implica trascender la vergüenza y el impulso de aislamiento que nace cuando desconfías de ti mismo y crees que la única salida para convivir con otros es el silencio.
Sumado a esto, lidiar con personas que no pueden manejar situaciones donde alguien es desubicadamente auténtico puede ser todo un desafío. Aquí hay algunas estrategias para manejar esas situaciones de manera efectiva:
Ser auténtico es una cualidad valiosa, pero no todos pueden apreciarlo o manejarlo de la misma manera. Lo importante es mantenerte fiel a ti mismo mientras encuentras formas saludables de interactuar con aquellos que pueden tener dificultades par aceptar tú autenticidad.
Espero estos puntos puedan aportar una visión mas amable a un tema que genera dolor y tristeza, pero que es un aspecto más de la personalidad, lleno de riqueza y oportunidades para profundizar en el autoconocimiento, el desarrollo de vínculos y la creación de espacios seguros donde podamos expresarnos con libertad y sin el temor a ser excluidos.
Eleonora Adeff
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